Cuando una de las prioridades de tu vida ha sido ser madre y por diferentes circunstancias has ido aplazando la decisión hoy es un buen día para reflexionar.
Te invito a preguntarte:
¿Qué quieres para ti?
¿A que le temes, tal vez a lo desconocido, a la responsabilidad?
¿Cuántas veces te has enfrentado con éxito a situaciones que no sabías manejar, que no tenías idea de cómo iban a acabar y de la cuál saliste airosa?
¿Sabes que uno de los grandes temores de cualquier persona es el miedo a no ser suficiente?
¿Qué decisión tomaría si supieras que todo va a salir bien?
Sabías que en la vida hay tres dolores fundamentales:
- Dolor del crecimiento: Que es hacer lo que tienes que hacer para conseguir lo que te has propuesto en cualquier área de la vida.
- Dolor de la disciplina: Que es mantenerte haciéndolo hasta que lo hayas conseguido.
- Dolor del arrepentimiento…
Te recuerdo que con las decisiones que tomas cada día vas construyendo tu destino y que no tomar una decisión también tiene consecuencias en tu futuro.
¿Cuándo es el mejor momento para alinearte con tus deseos?
Alinearte es fundamental para vivir tu vida a plenitud, tanto si das el gran paso como si decides priorizar otras cosas en tu vida.
Lo importante es que tus decisiones te lleven a vivir la vida que quieres y no a decir que estás destinada a vivir la vida que te tocó vivir.
Yliana Ledezma