La información que vas a leer a continuación puede ser muy valiosa para apoyar a tu hijo en el proceso de recuperación y para evitar las recaídas. Fácil no será, pero la intención es darte datos que te permitan hacer lo necesario para que esta etapa esté marcada por el crecimiento emocional de la familia y no por el sufrimiento constante y prolongado de todos en casa.
Es por eso que te invito a leer este artículo y poner en práctica lo que resuene contigo de esta información que hoy comparto.
Recuerda que : “Son tus decisiones, no tus condiciones las que determinan tu futuro.”https://www.tonyrobbins.com/
Según el profesor Francisco Mora, director del Departamento de Fisiología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. “Nuestro cerebro está preparado para la supervivencia. Los 700 millones de años de evolución nos han permitido tener un sistema perfectamente preparado para salir de peligros sin necesidad de pensar.”
Ahora te preguntarás:
¿Que puedo hacer para que mi cerebro no actúe en piloto automático en esta etapa tan crucial para mi familia?
Para conseguir ese objetivo hay que entrenarlo, si entrenarlo como un músculo. Todo aquella habilidad que sea importante para tí y desees incorporarla a tu vida debes repetirla con frecuencia e intensidad para que se convierta en un hábito nuevo y saludable.
¿En que consiste ese entrenamiento?
Para ello es fundamental profundizar en el conocimiento de lo que está sucediendo en tu interior, de lo que sucede en tu mente. Esto es lo que conocemos como mindfulness.
Mindfulness: Consiste en prestar atención, momento a momento, a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y al ambiente circundante, aceptándolos, es decir, sin juzgar si son correctos o no. La atención se enfoca en lo que se percibe, sin dar pie a rumiación, definida esta última como la preocupación excesiva por los problemas y sus posibles causas y consecuencias, en vez de estar dirigida a buscar soluciones. (Wikipedia)
¿Cómo me beneficiaré de este entrenamiento?
- Te ayudará a observar y a regular tus emociones.
- Te ayudará a comprender mejor el comportamiento, las reacciones y las emociones de las personas a tu alrededor, pareja, hijos, empleados, compañeros de trabajo, etc.
- Conseguiras tener mejores relaciones y generar un mayor impacto en las personas importantes para tí y en aquellas involucradas en el proceso de recuperación de tu hijo: Pareja, hermanos, amigos de tu hijo, tutor o profesores del colegio, equipo de profesionales tratantes, etc.
¿No tengo tiempo para nada, como voy a incorporar esto a mi rutina?
Más que tiempo lo que necesitas es voluntad para practicarlo. Con unos pocos minutos diarios, lograrás conseguir el estado emocional adecuado para tener mas claridad a la hora de tomár decisiones importantes.
Y ahora estarás pensando ¿Cómo se hace eso del mindfulness?
Si tienes curiosidad por probar un par de ejercicios de mindfulness, sigue estas pautas muy sencillas, si te sientes cómodo y consigues beneficios podrás profundizar en el conocimiento del tema.
- TOMA DESCANSOS REGULARES: Cuando nos vemos presionados, lo natural es que nuestro cerebro intente simplificar la situación que le produce incomodidad y recurra a los pensamientos y comportamientos habituales. Esto no te ofrece nuevas posibilidades de acción Una pausa de conocimiento es un descanso en el que no se hace nada: No revisas las noticias, ni tu teléfono ni las redes sociales, es solo por un período muy pequeño de tiempo pero en ese espacio de tiempo no te permites que surja la conciencia. Simplemente concéntrate en mirar por la ventana, cerrar los ojos o caminar por el pasillo y volver. Se trata de tomar descansos cortos regulares, de solo un minuto.
Ahora te preguntas: ¿Qué consigo con eso?
Pues te aleja de los pensamientos y de los comportamientos habituales y te permite ver las cosas de manera más clara. Abre las puertas para que surjan de manera consciente nuevas alternativas de acción.
- PRESTA ATENCIÓN REAL A LO QUE DICEN LOS DEMÁS: Nuestro cerebro utiliza de forma predeterminada el reconocimiento de patrones, siempre busca la simplicidad, de modo que cuando otros te hablan, tu cerebro automáticamente buscará lo que ha escuchado antes y eliminará lo nuevo. De esa manera, no tendrá que atender las preocupaciones y opiniones de los demás, se protege del dolor que esto le pueda ocasionar. Esto es mucho más evidente cuando estamos preocupados o emocionalmente muy involucrados en la situación.
Te comento cuál es mi experiencia sobre este tema, ¿Que hago cuando cuando estoy con un cliente para evitar la tendencia de mi cerebro de encasillar la información que recibo en un patrón ya preestablecido?.
- Lo primero es que hago consciente que él está compartiendo conmigo aquello que es importante, que es su realidad, muchas veces intimidades que le provocan dolor y quiero que que me sienta a su lado, se sienta comprendido, en fín me concentro en que quiero apoyarlo.
- Escucho con atención y sin interrumpirlo
- Ignoro los comentarios que en mi interior van surgiendo.
- Pregunto para promover su reflexión.
- Cuestiono sus suposiciones.
- Evito juzgar o emitir algún juicio de valor en relación al tema
Te invito a practicar esto en tu vida diaria de manera consciente, son solo 6 pautas a tomar en cuenta, puedes escribirlas en un papel y leerlo a diario para tenerlas presente.
Yo personalmente me propuse al principio de mi ejercicio profesional practicarlos todo los días de manera intencional con dos personas, hasta que adquirí el hábito.
Y recuerda siempre, siempre, siempre, que son tus decisiones no tus condiciones las que determinan tu futuro, que la forma de atravesar esta situación familiar puede ser más llevadera cuando decides empoderarte para tener una influencia positiva sobre todas aquellas personas involucradas en el proceso de recuperación de tu hijo y que algunos ejercicios que te ayudarán son: Tomar descansos mentales regularmente y prestar atención real a lo que dicen los demás.
Yliana Ledezma – Coach
Enero, 2018